El Asilo de HuĆ©rfanas en RĆo Piedras y la educación de niƱas en el siglo XIX
- Alain Esaic
- 29 nov 2024
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Actualizado: 6 ago

"El actual edificio que sirvió como convento y asilo esconde en sus entraƱas el edificio original construido entre los aƱos 1895 y 1896, gracias al donativo que hiciera Don MarquĆ©s de Vallejo. El marquĆ©s, a petición del padre Santiago Colón, donó la herencia recibida tras el fallecimiento de su tĆa doƱa MarĆa Inocencia Socorro Capetillo. De esta forma se construyó el Asilo La protectora (mĆ”s adelante conocido como Asilo de HuĆ©rfanas). Aliviando el "peso y dolor" que sopnĆa para el padre Colón ver tanto menor abandonado (Pabón Charneco, 2010)".
En el siglo XIX las instituciones religiosas y educativas se entrelazaban en sus respectivas funciones para el desarrollo de la sociedad. La estructura del asilo surge de aquel contexto y luego se convirtió en colegio bajo la tutela cercana de la institución eclesiĆ”stica. Durante todo el siglo XIX, el magisterio en Puerto Rico consistió de personas con o sin tĆtulo o credenciales. Desde 1770, existĆa el derecho de recibir una educación sin importar color de piel, decreto aprobado bajo la gobernación de Miguel de Muesas. Por otra parte, no se suponĆa que personas de tez oscura ejercieran cargos como maestros y maestras porque les era prohibido ocupar puestos pĆŗblicos. La educación religiosa se impartĆa, sin embargo, con gran cantidad de maestras de tez oscura burlando la exigencia gubernamental de "pureza de sangre", es decir, de tener tez blanca y abolengo europe. Algunas maestras no necesariamente sabĆan escribir, pero con leer, costura y catequesis bastaba para ejercer en ciertos espacios (HernĆ”ndez Aponte, 2024).
En el siglo XIX los varones no podĆan entrar a las escuelas de niƱas. Solo podĆan ser invocados para impartir determinadas materias vinculadas al gĆ©nero masculino dentro del sistema patriarcal. No es hasta despuĆ©s de mediados del siglo que se hace decreto la enseƱanza primaria gratuita y obligatoria. Anterior a ello, las fĆ©minas podĆan recibir una educación en el monasterio religioso. A principios del siglo, la enseƱanza en el monasterio requerĆa que fueras blanca, hija de matrimonio legĆtimo y tener entre 7 y 25 aƱos.
Tradicionalmente, las enseƱanzas en las escuelas de niƱas preparaban para la vida domĆ©stica y el matrimonio: la prĆ”ctica de bordar y la costura eran importantes, junto con el aprendizaje de la doctrina cristiana. Luego se aƱadieron materias como lectura y escritura. Desde 1851, se exigió gramĆ”tica y aritmĆ©tica para obtener tĆtulo de maestra. AĆŗn asĆ, a veces era suficiente conocer la lectura, doctrina cristiana, costura y bordados.
La Sociedad Protectora de NiƱas es descrita como parte de una iniciativa de socorrer niƱas abandonadas y huĆ©rfanas. Esta iniciativa es cónsona con el decreto de instrucción pĆŗblica de 1866. Al momento de fundación de la escuela La Milagrosa, existĆa una directriz gubernamental que garantizara igualdad para fĆ©minas y varones en tĆ©rminos de acceso al contenido de enseƱanza, pero en la prĆ”ctica se vieron "modificaciones" regidas por gĆ©nero. A los varones tambiĆ©n ya se les era permitido impartir clases en las escuelas de niƱas. Sobre la historia especĆfica de los terrenos de la Milagrosa:
"AllÔ para el 1890, la señora Socorro Capetillo y GonzÔlez y su hijo, el señor Manuel FernÔndez Capetillo, fallecen en España sin testar y sin dejar descendientes directos dejando asà varios terrenos, residencias y dineros en Puerto Rico. Su pariente mÔs cercano fue el señor Diego FernÔndez Vallejo, Marqués de Vallejo, el cual heredó todos estos bienes. El señor Diego FernÔndez cede a la Sociedad Protectora de los Niños, todas las propiedades situadas en Puerto Rico".
"La Sociedad Protectora de los NiƱos tenĆa como fin proteger el proteger a los niƱos pobres contra el abandono, la miseria, los malos tratos y los ejemplos de inmoralidad procurando la educación y el desarrollo fĆsico, moral e intelectual. AsĆ las cosas, el MarquĆ©s de Vallejo donó los terrenos al Obispo de Puerto Rico para los fines benĆ©ficos antes mencionados. En la Escritura otorgada el 11 de noviembre de 1891 en Madrid, EspaƱa, se expresó que la Sociedad Protectora de los NiƱos se establecerĆ” en primer lugar en la posesión denominada como "RĆo-Piedras", debido a que fue la residencia de la seƱora Capetillo (Ley 126 en Lexjuris, 2009)".
La Milagrosa forma parte de una larga tradición de instituciones religiosas y educativas de herencia espaƱola en Puerto Rico, pero con tradición de maestras negras (HernĆ”ndez Aponte, 2009). La importancia histórica del edificio queda plasmada en la ley 126 "Para declarar monumento histórico de Puerto Rico las instalaciones donde estĆ” ubicado el Colegio la Milagrosa en RĆo Piedras".